Elecciones provinciales en Misiones

Ante todo, la inhabilitación judicial contra la postulación del actual gobernador Alberto Weretilneck ha obligado al oficialismo rionegrino a enfrentar la sucesión política, con los trastornos que ello implica para un proyecto que tiene al actual titular del ejecutivo como mentor y protagonista.

Se trata de un trance común a otros emprendimientos de etiqueta provincialista. Este mismo domingo hay primarias en Chubut, donde el frente encabezado por Chubut Somos Todos testea sus chances de persistencia luego del fallecimiento de Mario Das Neves en 2017.

Experiencias semejantes indican que para los incumbentes en Río Negro la confirmación de su gestión más allá de Weretilneck es un afán ampliamente posible. Así, la renovación misionera de Carlos Rovira y el frente santiagueño de Gerardo Zamora supieron conservar la administración de sus provincias a pesar de las limitaciones recaídas en sus fundadores.

Pero al poco de comparar, surgen diferencias. El proyecto rionegrista carece de bancas propias en el Congreso. También muestra una marcada vocación por eludir incidencias electorales.

En efecto, luego de ganar la gobernación por el mayor porcentaje de la historia provincial en junio de 2015, el rionegrismo no postuló para categorías federales más tarde ese año y en 2017 depuso su lista después de obtener en las primarias menos de 20 por ciento de votos, una proporción históricamente insuficiente para adjudicar bancas en el distrito. En 2015 suspendió el estreno de las primarias provinciales y en 2018 directamente las derogó. Esta vez convocó a elegir gobernador y legislatura de forma anticipada y sin ninguna adhesión municipal, un desdoblamiento inédito de elecciones en la provincia desde hace al menos dos décadas.

Las bases sociales de la competencia electoral, por su parte, ofrecen indicios de una dinámica común a otros distritos. Esto surge de un estudio realizado sobre los 21 circuitos electorales de Viedma (la capital) y los 30 de San Carlos de Bariloche (la localidad más poblada), en un extremo y otro de la geografía provincial, dando cuenta de asociaciones significativas respecto a la distribución del nivel educativo para las elecciones de 2015 y 2017.

Río Negro: asociación entre nivel educativo y voto, elecciones de gobernador, presidente y diputados nacionales (2015-2017)

Agrupación	2015 (Gob.)	2015 (Pres.)	2015 (Dip.)	2015 (Bal.)	2017 (PASO)	2017 (Dip.)
PJ	(0,220)	-0,665	-0,788	-0,772	-0,685	-0,748
UCR	0,324	0,862	0,795	0,772	0,852	0,811
JSRN	-0,552				-0,476
PS	0,609	0,779	0,812		(0,268)	(0,098)
UNA		-0,675

Nota: todos los coeficientes (R de Pearson) son significativos excepto los puestos entre paréntesis.

Se advierten relaciones directas respecto a la variable representando el nivel socioeconómico para las agrupaciones integradas por la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Socialista (PS), e inversas correspondientes al Partido Justicialista (PJ) y a Juntos Somos Río Negro (JSRN). La elección de gobernador muestra valores particularmente atípicos para el PJ, que sugieren efectos locales al desagregar por departamento. El dato significativo en esa elección es, con todo, la correlación negativa de JSRN, que se incrementa en el desagregado y que se reitera en las primarias de 2017. En el mismo sentido cabe destacar la relación inversa de la fórmula presidencial del peronismo alternativo en 2015.

Los comunes coeficientes negativos indican una semejante distribución del electorado del justicialismo y del actual oficialismo, que se puede interpretar como una disputa por el voto de sectores populares. Esta apelación compartida no resulta sorprendente considerando que Weretilneck llegó a gobernador reemplazando al candidato del PJ, fallecido a poco de asumir en 2011. En tanto, la UCR y el PS con claridad tienden a cosechar mejores resultados en sectores más acomodados.

La historia electoral también tiende a abonar la posibilidad de una elección más reñida. Río Negro ha tenido gobiernos de hasta tres partidos diferentes desde 1983 y más de la mitad de los márgenes de victoria desde entonces se ha situado por debajo de los 7 puntos porcentuales, el mínimo registrado en la vecina Neuquén bajo el mismo sistema de simple pluralidad.

Con todo, los resultados históricos también advierten de las dificultades para desalojar a un partido en el poder. Así, el control del gobierno provincial podría explicar en buena parte tanto la seguidilla de triunfos de la UCR entre 1987 y 2007 como su notorio escaso desempeño de 2015.

Los sondeos disponibles para este domingo señalan un escenario similar al de 2015, con las fórmulas del oficialismo y el justicialismo otra vez disputando el sillón provincial y el radicalismo (en alianza con Cambiemos) en un lejano tercer puesto. La barilochense Arabela Carreras reemplaza al gobernador al frente de su boleta y apuesta eventualmente a un empuje de voto útil antiperonista ante el rezago de la candidata radical Lorena Matzen, a quien no favorece la alta imagen negativa del presidente Mauricio Macri en la región.

El retador en esta oportunidad es Martín Soria, dos veces intendente de General Roca, la segunda localidad más poblada de la provincia. Tres de los siete alcaldes que tuvo esta ciudad desde 1983 (Pablo Verani, Miguel Saiz y Carlos Soria) supieron alcanzar la gobernación. A la sazón, Martín es hijo de Carlos «El Gringo», cuyo fallecimiento propició el proyecto político de Weretilneck. La política, como el fútbol, suele dar revancha.

Río Negro | Sin Comentarios »

Primarias en San Juan

lunes 1 de abril de 2019. Editor

Andy Tow Category

Uncategorized | Sin Comentarios »

El voto sanjuanino

viernes 29 de marzo de 2019. Editor

Andy Tow

Las primarias locales del 31 de marzo en San Juan ofrecen la oportunidad para aplicar a la competencia partidaria en esa provincia nuestro ya habitual análisis del perfil socioeconómico del voto.

Utilizamos el porcentaje de población en edad de votar con estudios universitarios completos en cada circuito electoral como aproximación del nivel socioeconómico a partir de la agregación de datos por radio censal¹. Centramos nuestro análisis en los 68 circuitos de siete departamentos que contienen tres cuartos del padrón provincial: Capital, Santa Lucía, Chimbas, Rivadavia, Rawson, Nueve de Julio y Pocito.

Fuente: elaboración propia a partir de INDEC-REDATAM, con cartografía de Cámara Nacional Electoral corregida de acuerdo a elaboración propia.

Calculamos las correlaciones entre nivel educativo y voto de seis partidos políticos de interés en las elecciones de Diputados Nacionales entre 2001 y 2017: Partido Justicialista (PJ), Movimiento Vida y Compromiso (MoViCom), Desarrollo y Justicia (DyJ), Unión Cívica Radical (UCR), Producción y Trabajo (PyT) y Afirmación por una República Igualitaria (ARI).

San Juan: asociación entre nivel educativo y voto,
elecciones legislativas nacionales (2001-2017)

Partido	2001	2003	2005	2007
PJ	-0,383	-0,717	-0,895	-0,909
MoViCom		-0,316		-0,352
DyJ	-0,387	-0,316	-0,328	0,553
PyT			-0,328	0,553
UCR	(-0,128)	-0,311	0,495	0,893
ARI		0,756		0,918

Partido	2009	2011	2013	2015	2017
PJ	-0,923	-0,947	-0,942	-0,892	-0,916
DyJ	-0,923			-0,892
MoViCom	-0,290			0,948
UCR	0,885	0,901	0,924	0,948	0,927
PyT	0,359	0,491	0,856	(-0,021)	0,927

Nota: todos los coeficientes (r de Pearson) son significativos excepto los puestos entre paréntesis.

Los coeficientes resultantes están en línea con los reseñados en este blog en otros centros urbanos del país: las agrupaciones integradas por el PJ mantienen en la distribución territorial una relación inversa con el nivel socioeconómico, es decir a menor nivel más votos, en tanto aquellas con participación de la UCR y el caducado ARI tienden a una relación directa, es decir, a mayor nivel más votos².

De los partidos locales se destacan los sucesivos emprendimientos de Roberto Basualdo, MoViCom de 2003 y PyT de 2005, cuyas agrupaciones muestran coeficientes no muy intensos pero diferenciados respecto a la variable educativa, denotando a lo largo de la serie una suerte de búsqueda o testeo oportunista que converge en alianzas de MoviCom con UCR en 2015 y luego de PyT con UCR en 2017. Otro caso de interés es el caducado DyJ, que se alinea con el PJ entre 2009 y 2015.

Calculamos también las correlaciones de los mismos actores partidarios para las elecciones de gobernador de 2003 y primarias y generales de 2011 y 2015, que fueron simultáneas con la elección de cargos nacionales.

San Juan: asociación entre nivel educativo y voto,
elecciones a gobernador (2003, 2011 y 2015)

Partido	2003	2011(p)	2011	2015(p)	2015
PJ	-0,709	-0,898	-0,941	-0,896	-0,895
DyJ	(-0,212)			-0,896	-0,895
MoViCom	(-0,212)			0,941	0,924
UCR	-0,253	0,865	0,871	0,941	0,924
PyT		0,677	0,569	(0,170)	(0,226)
ARI	0,735

(p) = Elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias
Nota: todos los coeficientes (r de Pearson) son significativos excepto los puestos entre paréntesis.

Se observa para esta categoría provincial un comportamiento muy similar al observado para el Congreso, con relaciones inversas de la variable educativa para PJ y directas para UCR y ARI. También se observan algunos efectos locales en casos de valores atípicos³.

Las asociaciones verificadas muestran al menos desde 2005 y sobre todo a partir de 2011 dos perfiles sociales de voto claramente diferenciados: por un lado el PJ gobernante y sus aliados con mayor apelación a sectores populares y por el otro la UCR y PyT con un claro mejor desempeño en niveles más altos. Considerando este perfil, no resulta azaroso que estos opositores terminen confluyendo en 2017 bajo la marca Cambiemos⁴.

Desde el punto de vista de la mecánica de la competencia, las elecciones a gobernador de los últimos 60 años pueden dividirse a grandes rasgos en dos períodos: el primero desde 1958 a 1999, con un dominio relativo del Partido Bloquista (PB) –ganador desde 1962 hasta 1987– en competencia principalmente con el PJ –ganador en 1991 y 1995–, y el segundo, de 2003 a la actualidad, con un claro predominio del PJ en competencia con nuevos actores partidarios.

El cambio sucede a partir de 2002, cuando Alfredo Avelín de Cruzada Renovadora (CR), que se había hecho de la gobernación en 1999 en alianza con el PB y la UCR, es destituido por mal desempeño por sus propios socios electorales. En 2003 el PJ recupera la sillón provincial y pasa a tener como principal competidor a Basualdo, primero con MoViCom y luego con PyT.

La emergencia de nuevos actores acompaña el declive y asimilación parcial posterior de aquellos actores locales tradicionales. Así, mientras el casi centenario bloquismo se alineó con el PJ desde 2007 y vuelve a hacerlo ahora bajo el Frente Todos que impulsa la reelección del gobernador, la convergencia de la UCR y CR hacia el PyT sucede en 2017 y se mantuvo de cara a las elecciones provinciales de marzo y junio de 2019 en el Frente Con Vos, con deserción de CR.

Yendo a la elección de este domingo, sin internas para gobernador en ninguna agrupación, los sondeos disponibles atribuyen al oficialismo no menos de la mitad de los votos positivos y una ventaja superior a 20 puntos porcentuales respecto al Frente Con Vos.

La incógnita a nivel provincial, pues, no es si será el Frente Todos la agrupación con más votos en la primaria, proyectando una reelección del gobernador más que probable en la elección general de junio, sino si entonces podrá mantener o acrecentar la diferencia sobre el resto, además de hacerse con intendencias actualmente en manos de la oposición, consolidando de esta forma el patente predominio del PJ en el distrito.

Utilizamos datos del censo de 2010, habiendo obtenido de los datos de 2001 resultados muy similares. [↩]
Un estudio pormenorizado de dispersiones sugiere, sin embargo, que un modelo de relación logarítmica ajusta mejor que uno lineal. Éste de todas formas mantiene poder explicativo a efectos del análisis expuesto. [↩]
Respecto al coeficiente de PyT en 2015, en la elección general al Congreso se observa este efecto calculando por separado el coeficiente correspondiente a la Capital provincial con r = -0,562 y el coeficiente de los demás municipios con r = 0,497. En la elección provincial del mismo año el efecto se repite, con valores para la elección general de r = 0,216 no significativo para la Capital y de r = 0,590 para el resto de los municipios. [↩]
Al respecto, cabe destacar que en el balotaje presidencial de 2015 el coeficiente de determinación de la variable educativa respecto al voto resulta particularmente alto, con r² = 0,876. [↩]