El voto neuquino

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El voto neuquino

marzo

Andy Tow

La elección neuquina del 10 de marzo invita a indagar sobre las fuerzas sociales en pugna detrás de la política de partidos en esa provincia, así como sobre la serie histórica de elecciones locales en un escenario de menor certidumbre, con variados condimentos políticos, sociales y económicos.

Uno de los datos a tener en cuenta es la asociación significativa y consistente en el tiempo entre nivel socioeconómico y perfil del voto. En nuestro análisis, sobre resultados de Diputados Nacionales, encontramos una correlación negativa tanto para el MPN (Movimiento Popular Neuquino) como para el PJ (Partido Justicialista) y el FPN (El Frente y la Participación Neuquina): es decir, a mayor nivel socioeconómico menos votos obtenidos. Asimismo, la correlación es positiva para la UCR (Unión Cívica Radical), la CC-ARI (Coalición Cívica-ARI) y el PS (Partido Socialista): a mayor nivel socieconómico, más votos obtenidos.

Partido	2001	2003	2005	2007	2009	2011	2013	2015	2017
MPN	-0,347	-0,559	-0,528	(-0,243)	-0,512	-0,663	-0,556	-0,483	-0,340
FPN			0,401		(-0,319)	-0,553	-0,493	-0,661	-0,459
PJ	-0,626	(-0,242)		-0,583	(-0,319)	-0,553	-0,493	-0,661	(-0,060)
UCR	0,710	(0,166)		-0,583	0,485	0,419	0,861	0,886	0,837
CC-ARI		0,837		0,853	0,920	0,727	0,861	0,886	0,837
PS				0,853	0,920	0,902	0,574	0,831

Nota: todas las correlaciones (r de Pearson) son significativas excepto las puestas entre paréntesis.

Este resultado surge de un estudio que realizamos sobre los 30 circuitos electorales del departamento de la capital, que representa dos tercios del padrón provincial. Como herramienta de valoración del nivel socioeconómico utilizamos el porcentaje de población con estudios universitarios completos en cada circuito electoral.

Fuente: elaboración propia a partir de INDEC-REDATAM, con cartografía de Cámara Nacional Electoral y La Nación Data

La correlación inversa entre nivel socioeconómico y voto del partido gobernante en la provincia hace más de medio siglo recuerda que el MPN es el caso más exitoso de peronismo sin Perón, pero evidentemente no sin clases populares.

La serie histórica sugiere una disputa por el voto de los sectores populares entre el MPN por un lado y el PJ y el FPN por el otro, en tanto la UCR, la CC-ARI y el PS claramente mantienen una competencia orientada a niveles sociales más altos.

Analizando la trayectoria y el discurso de los dirigentes de estos partidos actualmente disputando la gobernación, esta puja entre el partido gobernante y el justicialismo puede interpretarse en clave de la división de la clase obrera entre trabajadores mayormente estructurados, con el sindicato petrolero y afines respondiendo al MPN, y trabajadores menos estructurados, con organizaciones de piqueteros respondiendo al FPN/PJ. En tanto, el mayor apoyo de sectores medios y altos a agrupaciones integradas por la UCR, la CC-ARI y el PS puede entenderse como un reflejo del antiperonismo habitual en esos segmentos.

Desde el punto de vista geográfico, a grandes rasgos puede identificarse un norte de la provincia más ligado a actividades petroleras en el que es indiscutida la primacía electoral del oficialismo, un sur turístico donde últimamente tienden a asentarse más las opciones no peronistas y un centro capitalino urbano con una competencia menos desequilibrada.

Los resultados de las elecciones a gobernador, separadas de las presidenciales desde 1987 y sin balotaje, muestran que el oficialismo local ha mantenido desde 1962 un desempeño por encima de los 40 puntos porcentuales de votos positivos, con un máximo por arriba de los 60 puntos en 1995 y un mínimo de 41 en 2015. Las alquimias opositoras, por su parte, nunca superaron los 38 puntos. La diferencia más escasa se verificó en 1999, con 8 puntos en un escenario de polarización entre las candidaturas del MPN y la UCR, seguida por los 9 puntos que separaron las fórmulas del MPN y el PJ/FNP en 2015.

Las noticias indican para este domingo un escenario más similar al de esta última elección, con una competencia cerrada entre las fórmulas del MPN, el PJ/FNP (Unidad Ciudadana Frente Neuquino) y la UCR/CC-ARI (Cambiemos), con el premio disputado entre las primeras dos. Los sondeos disponibles indican un empate técnico con una pequeña ventaja para el retador del PJ/FNP Ramón Rioseco. Un triunfo de éste implicaría un doble golpe contra la administración del presidente Macri, que vería derrotada tanto a su coalición como al gobierno local alineado con sus políticas públicas. La postulación del ex gobernador Sobisch amenaza con capturar votos que de otra manera irían al oficialismo, haciendo más verosímil esa posibilidad, que genera pánico en las filas macristas. Con todo, hay tres elementos que hacen dudar de que finalmente se quiebre la hegemonía del MPN.

Primero, la estrategia de contar con boletas de otros partidos llevando la fórmula oficialista para la gobernación (con ofertas legislativas y municipales propias, conocidas como “listas colectoras”), se combina por primera vez con el sistema de boleta electrónica, por el que los electores se encontrarán una pantalla con cinco opciones para votar por el candidato del MPN frente a una sola por cada uno de los demás postulantes.

Fuente: Vot.Ar

Segundo, con un número de afiliados de cerca de un cuarto del padrón electoral provincial y superando por más de cinco veces los afiliados de cualquier otro partido del distrito, y considerando los resultados de las elecciones internas del MPN de noviembre pasado, el actual gobernador cuenta con un piso propio de cerca de un cuarto de los votantes, que alcanza un tercio sumando los votos obtenidos por sus rivales en la interna.

Fuente: Cámara Nacional Electoral

Finalmente, no resulta prudente subestimar el poder del aparato territorial de un partido que controla y se identifica con el Estado provincial desde casi su fundación.

Pero aun si el MPN retuviera la gobernación, será probablemente con un margen mucho más estrecho que el acostumbrado, con lo que de todos modos la invencibilidad del peronismo sin Perón de Neuquén no sería más que otro mito expuesto por la democracia.