El imperativo bonaerense
Como candidato en las elecciones presidenciales de este año, Daniel Scioli desafiará la consabida “maldición bonaerense” que jamás un gobernador de la Provincia de Buenos Aires llegó a la presidencia de la Nación -al menos nunca mediando una elección presidencial. Y tanto él como cualquiera de sus competidores deberán lidiar con el imperativo de ganar en ese distrito.
Es que en las diecisiete elecciones presidenciales celebradas entre 1922 y 2011 luego que los conservadores bonaerenses liderados por el entonces gobernador Marcelino Ugarte superaron en la Provincia al radicalismo triunfador a nivel nacional conducido por Hipólito Yrigoyen en 1916, ningún candidato se hizo con la presidencia sin lograr al mismo tiempo el mayor número de votos en ese, el principal distrito electoral del país.
Esta regularidad abarca la primera vuelta de 2003, en la que Néstor Kirchner obtuvo más votos en la Provincia que Carlos Menem, pese a éste salir primero a nivel nacional antes de renunciar a la segunda vuelta electoral. Uno incluso podría estar tentado a estirar el argumento para incluir el interinato de Eduardo Duhalde, quien no obstante no haber sido elegido directamente, había salido primero como senador nacional por Buenos Aires en las elecciones legislativas de 2001, emergiendo en el Congreso luego de las renuncias de Fernando De la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá como el dirigente con mayor consenso para capear la crisis económica.
Dos factores avalan que actualmente el imperativo de ganar en “La Provincia” para alcanzar la presidencia es bastante más que un débil razonamiento inductivo.
Primero, lo obvio: la contribución del voto bonaerense en una elección directa es muy significativa, al concentrar el distrito actualmente cerca de 38% del padrón electoral del país.
Segundo, en términos estadísticos, el resultado bonaerense constituye un buen predictor del resultado nacional. En efecto, la correlación entre el porcentaje en el distrito y el porcentaje a nivel nacional para el ganador de las trece últimas elecciones presidenciales es cercana al máximo (ver gráfico).
Porcentaje de voto a ganador en Provincia de Buenos Aires y total del país. Elecciones presidenciales 1946-2011
Con todo, es un imperativo no del todo absoluto. Como señalamos, Yrigoyen en 1916 y Menem en 2003 no ganaron en la Provincia pero aun así obtuvieron la mayor cantidad de votos a nivel nacional. Es evidente que una mayor fragmentación de la oferta electoral en primera vuelta, en un contexto de fuerte territorialización, hace más fácil eludir el imperativo bonaerense. Pero la anulación de esa fragmentación que conlleva la segunda vuelve quimérica cualquier esperanza de alcanzar la presidencia sin ese decisivo triunfo.
Cabe señalar también que la de 2003 fue una elección presidencial atípica: no se puso en juego ninguna banca en el Senado, solamente dos distritos pequeños eligieron diputados nacionales, y las únicas dos provincias que eligieron gobernador ese mismo día (La Rioja y San Luis) contaron con claros favoritos en la boleta presidencial (Menem y Rodríguez Saá). En contraste, e independientemente del calendario de los demás distritos, es improbable que en 2015 las elecciones de gobernador, legislatura e intendencias de la Provincia no sean simultáneas a la elección de presidente y Congreso, así como sus respectivas primarias, todo lo cual pone un fuerte freno a la fragmentación. Fundamental será en este sentido la instalación de candidatos a primer diputado nacional, parlamentario del Mercosur por el distrito y gobernador de Buenos Aires, como asimismo el acoplamiento de candidaturas de nivel municipal.
De modo que resulta más plausible plantear el imperativo bonaerense en términos probabilísticos: las chances de ganar la presidencia son mucho más altas al ganar simultáneamente la provincia de Buenos Aires. Esto conforma no solamente al sentido común, sea en términos de densidad poblacional, sea especificado en un modelo de regresión lineal, sino también la sobrerrepresentación actual de bonaerenses entre los presidenciables, y más en general la obsesión de la política partidaria vernácula con esta “madre de todas las batallas”.
Publicada en Bastión Digital
Publicado: jueves 12 de marzo de 2015 a las 11:48 am
Buenos Aires, Nación.
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Hola, Andy
Pensé un rato, otro rato, y terminé con una conclusión que, posiblemente, esté renga, pero es lo único que produjo mi neurona. Aquí va:
«Dos factores avalan que actualmente el imperativo de ganar en “La Provincia” para alcanzar la presidencia es bastante más que un débil razonamiento inductivo.
Primero, lo obvio: la contribución del voto bonaerense en una elección directa es muy significativa, al concentrar el distrito actualmente cerca de 38% del padrón electoral del país.
Segundo, en términos estadísticos, el resultado bonaerense constituye un buen predictor del resultado nacional. En efecto, la correlación entre el porcentaje en el distrito y el porcentaje a nivel nacional para el ganador de las trece últimas elecciones presidenciales es cercana al máximo (ver gráfico)».
Me parece que, con los datos a la vista, el “imperativo” deviene del primer factor. El segundo bien puede ser el primero, sólo que visto desde otro lado.
La cuestión es: ¿cuál es el gráfico para el resto de los distritos electorales? No los conozco… ¿Qué sucede si en varias provincias el coeficiente de regresión es tan alto como el de PBA o todavía más alto? ¿Qué pasa si en una provincia que posee el 1% del padrón electoral el coeficiente de regresión es 0,998? ¿Tendríamos que hablar del imperativo jujeño o santacruceño, por ejemplo?
Es evidente que no: lo que en realidad desbalancea es ese 38% del padrón electoral en PBA. Es posible, entonces, sospechar que el factor 2 es una consecuencia del factor 1, que no son independientes entre sí.
Más allá del imperativo, se me ocurre que habría bastante que analizar si se tuvieran en cuenta los gráficos de todas las provincias + CABA, ya que estaríamos “viendo” no sólo el comportamiento del electorado de cada jurisdicción con respecto al resultado electoral nacional, sino su evolución histórica en un período extenso de tiempo.
Así, a ojo, como hipótesis intuitiva, se me ocurre que este coeficiente de 0,951 para PBA debe ser bastante superior al de parte de los otros distritos electorales, ya que surge de elecciones ganadas por partidos distintos y de alcance nacional. Parecería que la PBA es tan peronista como radical.
Abrazo,
martes 17 de marzo de 2015 a las 4:59 pmEsther
Para ninguno de los demás distritos en las elecciones presidenciales entre 1946 y 2011 la correlación entre el resultado local y el nacional es más alta que para Buenos Aires.
Tampoco en ningún distrito salvo en Buenos Aires el ganador a nivel local alcanzó la presidencia en todas y cada una de las elecciones entre 1922 y 2011.
martes 17 de marzo de 2015 a las 8:47 pmGracias por los datos, Andy, ¡ahora me queda claro el panorama!
Un abrazo,
miércoles 18 de marzo de 2015 a las 10:21 amEsther
«en ningún distrito salvo en Buenos Aires el ganador a nivel local alcanzó la presidencia en todas y cada una de las elecciones entre 1922 y 2011.»
Pero Andy, en 1999 no falló esto? El PJ gano la gobernacion pero perdio la presidencia, incluso dentro de la propia PBA
sábado 21 de marzo de 2015 a las 10:51 pmNo. No falló. En 1999, De la Rúa le ganó a Duhalde en provincia de Buenos Aires y Ruckauf le ganó la gobernación a Fernández Meijide con los votos de la colectora de Cavallo.
domingo 22 de marzo de 2015 a las 8:46 amTenes idea que partido bonaerense tiene mayor correlacion de voto entre el porcentaje voto en el distrito y a nivel nacional.
jueves 16 de abril de 2015 a las 4:29 pmSimplemente pregunto si no se podría ampliar el análisis a cada distrito electoral o ciudad, y verificar a través de por ejemplo, un indicador de distancia (por ejemplo distancia euclidiana) , los votos obtenidos a cada partido en una elección presidencial y los resultados generales, con el objetivo de llegar a las ciudades que son más parecidas a los resultados generales obtenidos. Aquellas cuya distancia euclidiana es más baja con respecto a los resultados generales son las más parecidas.
martes 12 de mayo de 2015 a las 12:21 pm